Festival dell'architettura

Negadas las tentaciones de una nueva ordenación al margen del perímetro, sí parecía deseable que el proyecto se entendiera como unitario. Ayudó la aplicación de la normativa que aún obligando a que los cuartos de estar ventilen a la parcela a la que pertenecen, permite que, mediante la creación de servidumbres de luces con la parcela colindante, que lógicamente es de la misma propiedad, los dormitorios y cocinas puedan ventilar a esa otra. Desaparecen los muros medianeros en la delimitación de las parcelas, transformándose en auténticas fachadas aunque a veces éstas quieran recordar a aquellos, con la creación de edificios entre límite y fachada.

El recorrido es espacialmente cuidado y sorpresivo. Los vacíos a cota cero, junto con las cubiertas de los edificios y los anillos de circulaciones, multiplican los niveles de relación de los usuarios. Mediante una comunicación por pasarelas en planta primera, se reduce el número de escaleras y se agilizan los recorridos que acaban en balcones que registran la otra parcela. Se generan fragmentos de ciudad dentro de la ciudad.

La cambiante tipología aparece por la obligada diferencia de las construcciones en parcelas de límites complejos y con programas ajustados, propios de las viviendas sociales de promoción pública. Construcciones que se unifican mediante el color y materiales de acabado. Destacan entre ellos, además de los paramentos revocados y pintados de blanco, los planos de fachada de hormigón prefabricado con fibra de vidrio (G.R.C.) tratados a modo de tingladillo. Los sistemas de oscurecimiento se realizan con lamas metálicas con el mismo perfil de los paramentos. El día y la noche hacen que la fachada se cierre y abra con multitud de ojos, como en la vigilia y el sueño.